Tanto los
docentes como las familias debemos de trabajar de manera coordinada, en
colaboración, y siempre con una actitud positiva. Ambas partes debemos de tener
claro de que la actitud del niño no es capricho, sino que se debe a un
trastorno y debemos de ayudarle.
Es
importante la reunión regular de ambas partes, donde la familia aporte
información de casa y el tutor la información de lo que concierne a la escuela.
Previamente, el tuto deberá de preguntar al resto del equipo docente para
obtener información.
Trabajar de
manera conjunta, ambas partes somos muy importantes, y es muy importante el uso
de la agenda para comunicarse. No solo se pondrá los aspectos negativos, sino también
los positivos.
Apuntar también en ella los deberes, y
todas las fechas de controles y de entrega de trabajos.
Debemos de
tener muy en cuenta que cuando trabajamos con un alumno con TDAH, no solo la
escuela debe de estar implicada, sino también la familia, el sector sanitario..
Todos
debemos de trabajar en el mismo fin y para eso es de suma importancia que cada
parte aporte la información que le compete. Cuanto mayor sea la información que
todos tengamos, mas fácil será la intervención.
Cuando las familias se reunan con
la parte escolar, se comentarán las dificultades encontradas y los progresos en el plano
académico, social y emocional, resaltando los aspectos positivos, la
posibilidad de progreso y los objetivos más que las dificultades. Se deberá
trabajar conjuntamente para intervenciones comunes y objetivos concretos y
planificados que se revisarán de forma periódica. Debemos de ser coherentes y
mantener las mismas expectativas en casa y en el colegio, lo que el niño puede
conseguir en un ámbito lo puede conseguir en el otro. La familia debe ayudar a
que su hijo/a realice las tareas en casa y realice los aprendizajes iniciados
en el colegio utilizando diferentes estrategias, como gestionar el tiempo de
estudio, estableciendo rutinas, ayudando con la organización del material,
reforzando lo positivo…
Es de suma importancia el papel de la familia a la hora de desarrollar y
aumentar l autoestima del niño, ayudándole a controlar sus emociones y evitando
que sus fracasos puedan afectar dicha autoestima.
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